martes, 14 de febrero de 2012

Nos necesitan

Amigos yo sé que les debo información sobre cómo comer más saludable, no lo he olvidado pero les quiero contar algo…

El sábado 4 de febrero acompañé a mi papá a entregar cobijas en una colonia muy pobre. Íbamos con un grupo de personas de la Iglesia Metodista Bethel y ellos tenían un programita con actividades para los niños y una platica con los adultos. Después de dichas actividades se hizo la repartición de cobijas y unas bolsas de plástico (tipo ziploc) que incluían artículos de higiene personal. Como era primera vez que iba y no sabía que onda, me la pasé tomando fotos.






Al llegar mi primera impresión fue que hay muchos perros callejeros, unos ya son solo piel y huesos. Muchos con tumores, heridas, etc. Seguimos avanzando y entramos a una zona más pobre aún, calles de terracería y pequeñas casitas construidas con pedazos de madera y otros materiales. Todas las casas con baño de letrina y por puerta tienen un pedazo de tela o cobija. Un lugar dónde los sueños son el poder comer al día siguiente y tener algo calientito que vestir para que el frio no llegue a los huesos. Es un lugar donde se necesita la ayuda de gente real, no  de súper héroes.




No se como fue pero de pronto una señora que vive en la zona, se puso a platicar conmigo sobre como vive y sus necesidades. Conocí a sus hijos, tiene 6 hijos pero solo conocí a 5. La hija mayor está en secundaria, me comentó que necesitaba una máquina de escribir para la escuela y otros útiles escolares. Le dije que trataría de conseguirle algo. La señora, Yolanda, me comentó que no tiene estufa, que cocina en un fogón y que unos días antes estuvo a punto de incendiársele la casa porque el viento avivó las llamas. Sus dos hijas chiquitas estaban solas en su casa pero un vecino alcanzó a avisarle y gracias a Dios apagaron todo a tiempo. Le dije que trataría de conseguirle cosas, que por lo menos los útiles escolares de la niña sí se los prometía.


Después conocí a Cecilia, mamá de 3 niños su situación es muy similar a la de Yolanda. Ella junto con su esposo e hijos ya tenían su casita armada, con estufa, lavadora, muebles. Pero se fueron a Tepic un tiempo y al regresar ya no tenían nada, ni el cableado de la casa. Me comentó que su esposo está desempleado y que en la semana solo habían comido arroz porque una señora les había regalado un kilo. Le dije que durante la semana iba a tratar de conseguirle cosas y que nos veíamos el próximo sábado.

Inmediatamente desde mi celular me puse a escribirle a unos cuantos amigos para contarles la situación y ver qué podíamos hacer. Después puse en Facebook que estaba juntando despensas para 2 familias. Así fue como pudimos juntar despensas, un poco de ropa y zapatos para Heidi, la niña que está en secundaria. Y unos cuántos utensilios de cocina.


El sábado 11 de febrero temprano mi papá y yo nos pusimos a armar las despensas, que estuvieran bien surtidas, gracias a Dios y la generosidad de los que cooperaron les armamos una buena despensa que les asegura comida por los próximos 15 días más o menos. 



Cuando llegamos a casa de Yolanda las niñas más chicas se emocionaron muchísimo al ver que les llevábamos comida y lo primero que preguntó la más chiquita fue por leche. Pudimos llevarle la máquina de escribir a Heidi y los útiles que necesitaba. Yolanda nos invita a que conozcamos su casa y me permite tomar fotos. Amigos, aca entre nos… tenía una idea de sus necesidades y carencias pero la realidad superó cualquier idea. En lo personal siento mucha tristeza ver como en un mundo tan desarrollado, donde es cada vez más fácil comunicarnos y conectarnos con personas de todos los rincones del mundo, haya gente a minutos de nuestra comunidad, tan olvidada.

Está es la casa de Yolanda, así y ahí viven ella y su familia.





Aquí duermen los 2 niños

Aquí duermen las 4 niñas




Esta es la "estufa"

Estoy segura que tenía días sin comer porque al entrar a la “cocina” no vimos nada de comida. Las niñas junto con el papá (que tiene 2 o 3 semanas desempleado) no pudieron esperar a que nos fuéramos y se pusieron a comer galletas y leche con tal desesperación.  Nos comenta Yolanda que no tienen agua, la que usan es de una pipa que pasa y les llena un tambo y esa misma agua “de la llave” por así decirlo, es la que toman. No tiene estufa, refrigerador, vasos, platos, cubiertos, sartenes y ollas. Todos los niños necesitan zapatos y ropa. Su casa de igual manera necesita arreglos.








Ellos son los hijos de Yolanda, falta una niña, Evelyn. Había ido a visitar a su abuelita que vive en la misma zona.








Después de ir con Yolanda fuimos con Cecilia quien nos esperaba desde temprano. La verdad cuando me dijo que solo tenía una silla no le creí mucho pero aunque usted no lo crea, efectivamente les robaron todo y solo tienen una silla. La ropa sigue en maletas porque no hay donde ponerla, se ve el cableado expuesto porque lo tuvieron que volver a poner. La puerta la cierran con cadena y candado porque la rompieron los que se llevaron las cosas. Tienen dos cuartos pero uno no lo pueden usar porque les robaron las ventanas y puerta. Su esposo está por conseguir trabajo.

Estos son los niños de Cecilia.





Cuando le pregunté a Juan Daniel qué necesitaba me dijo que cuadernos y un corrector.


Que bonitos niños tienen las dos verdad?

Mi intención es seguir ayudando a estas familias. Los niños tienen necesidad de zapatos, útiles escolares y uniformes. Creo que la mejor manera de ayudarlos y ofrecerles un mejor futuro es por medio de la educación, creo que es la clave para romper ese círculo de pobreza extrema.

La alimentación es la base de todo, no pueden los niños aprender en la escuela cuando tienen el estómago pegado porque llevan días sin comer. Sus cerebros no se desarrollan igual y  están más propensos a las enfermedades por los grados de desnutrición. Aunque los vemos cachetoncitos eso no significa que están bien nutridos.

Se que no les podemos arreglar la vida pero creo que sí les podemos echar la mano, encarrilarlos. Hay cosas que son urgentes para mejorar un poco su calidad de vida.


Les mandé un mail a mis amigos primero para agradecerles su ayuda y segundo para platicarles la situación y necesidades de estas familias. No creo que las casualidades, se que todo lo que nos pasa es por algo. Yo se que conocí a Yolanda y Cecilia y ahora ustedes también están conociendo sus historias, por algo.

Lo que necesitamos es:

2 estufas
2 minas o tanques de gas
2 refrigeradores
Vasos, platos, cubiertos, sartenes, ollas.
Mesas
Sillas
Sillones
Trastero
Muebles para guardar ropa
4 camas individuales o colchonetas

Para las despensas:
Avena
Leche en tetra-pack
Sopa
Galletas
Puré de tomate
Sardina
Atún
Frijol
Arroz
Lentejas
Huevos
Chocolate en polvo (Cal-c-tose estaría ideal porque es vitaminado)
Jabón en polvo para los trastes
Shampoo
Jabón para el cuerpo
Jabón para la ropa


Si nos quieres ayudar mándame un mail a libertadvelardeblog@gmail.com