Amigos yo
sé que les debo información sobre cómo comer más saludable, no lo he olvidado
pero les quiero contar algo…
El sábado
4 de febrero acompañé a mi papá a entregar cobijas en una colonia muy pobre. Íbamos
con un grupo de personas de la Iglesia Metodista Bethel y ellos tenían un
programita con actividades para los niños y una platica con los adultos.
Después de dichas actividades se hizo la repartición de cobijas y unas bolsas
de plástico (tipo ziploc) que incluían artículos de higiene personal. Como era
primera vez que iba y no sabía que onda, me la pasé tomando fotos.
Al llegar
mi primera impresión fue que hay muchos perros callejeros, unos ya son solo
piel y huesos. Muchos con tumores, heridas, etc. Seguimos avanzando y entramos
a una zona más pobre aún, calles de terracería y pequeñas casitas construidas
con pedazos de madera y otros materiales. Todas las casas con baño de letrina y
por puerta tienen un pedazo de tela o cobija. Un lugar dónde los sueños son el
poder comer al día siguiente y tener algo calientito que vestir para que el
frio no llegue a los huesos. Es un lugar donde se necesita la ayuda de gente
real, no de súper héroes.
No se como
fue pero de pronto una señora que vive en la zona, se puso a platicar conmigo
sobre como vive y sus necesidades. Conocí a sus hijos, tiene 6 hijos pero solo
conocí a 5. La hija mayor está en secundaria, me comentó que necesitaba una
máquina de escribir para la escuela y otros útiles escolares. Le dije que
trataría de conseguirle algo. La señora, Yolanda, me comentó que no tiene
estufa, que cocina en un fogón y que unos días antes estuvo a punto de
incendiársele la casa porque el viento avivó las llamas. Sus dos hijas
chiquitas estaban solas en su casa pero un vecino alcanzó a avisarle y gracias
a Dios apagaron todo a tiempo. Le dije que trataría de conseguirle cosas, que
por lo menos los útiles escolares de la niña sí se los prometía.
Después
conocí a Cecilia, mamá de 3 niños su situación es muy similar a la de Yolanda.
Ella junto con su esposo e hijos ya tenían su casita armada, con estufa,
lavadora, muebles. Pero se fueron a Tepic un tiempo y al regresar ya no tenían
nada, ni el cableado de la casa. Me comentó que su esposo está desempleado y
que en la semana solo habían comido arroz porque una señora les había regalado
un kilo. Le dije que durante la semana iba a tratar de conseguirle cosas y que
nos veíamos el próximo sábado.
Inmediatamente
desde mi celular me puse a escribirle a unos cuantos amigos para contarles la
situación y ver qué podíamos hacer. Después puse en Facebook que estaba
juntando despensas para 2 familias. Así fue como pudimos juntar despensas, un
poco de ropa y zapatos para Heidi, la niña que está en secundaria. Y unos
cuántos utensilios de cocina.
El sábado 11 de febrero temprano mi papá y yo
nos pusimos a armar las despensas, que estuvieran bien surtidas, gracias a Dios
y la generosidad de los que cooperaron les armamos una buena despensa que les
asegura comida por los próximos 15 días más o menos.
Cuando
llegamos a casa de Yolanda las niñas más chicas se emocionaron muchísimo al ver
que les llevábamos comida y lo primero que preguntó la más chiquita fue por
leche. Pudimos llevarle la máquina de escribir a Heidi y los útiles que
necesitaba. Yolanda nos invita a que conozcamos su casa y me permite tomar
fotos. Amigos, aca entre nos… tenía una idea de sus necesidades y carencias
pero la realidad superó cualquier idea. En lo personal siento mucha tristeza
ver como en un mundo tan desarrollado, donde es cada vez más fácil comunicarnos
y conectarnos con personas de todos los rincones del mundo, haya gente a
minutos de nuestra comunidad, tan olvidada.
Está es la
casa de Yolanda, así y ahí viven ella y su familia.
![]() |
Aquí duermen los 2 niños |
![]() |
Aquí duermen las 4 niñas |
![]() |
![]() |
Esta es la "estufa" |
Estoy
segura que tenía días sin comer porque al entrar a la “cocina” no vimos nada de
comida. Las niñas junto con el papá (que tiene 2 o 3 semanas desempleado) no
pudieron esperar a que nos fuéramos y se pusieron a comer galletas y leche con
tal desesperación. Nos comenta Yolanda
que no tienen agua, la que usan es de una pipa que pasa y les llena un tambo y
esa misma agua “de la llave” por así decirlo, es la que toman. No tiene estufa,
refrigerador, vasos, platos, cubiertos, sartenes y ollas. Todos los niños
necesitan zapatos y ropa. Su casa de igual manera necesita arreglos.
Ellos
son los hijos de Yolanda, falta una niña, Evelyn. Había ido a visitar a su
abuelita que vive en la misma zona.
Después de
ir con Yolanda fuimos con Cecilia quien nos esperaba desde temprano. La verdad
cuando me dijo que solo tenía una silla no le creí mucho pero aunque usted no
lo crea, efectivamente les robaron todo y solo tienen una silla. La ropa sigue
en maletas porque no hay donde ponerla, se ve el cableado expuesto porque lo
tuvieron que volver a poner. La puerta la cierran con cadena y candado porque
la rompieron los que se llevaron las cosas. Tienen dos cuartos pero uno no lo
pueden usar porque les robaron las ventanas y puerta. Su esposo está por
conseguir trabajo.
Estos son
los niños de Cecilia.
Cuando le
pregunté a Juan Daniel qué necesitaba me dijo que cuadernos y un corrector.
Que
bonitos niños tienen las dos verdad?
Mi intención es seguir ayudando a
estas familias. Los niños tienen necesidad de zapatos, útiles escolares y
uniformes. Creo que la mejor manera de ayudarlos y ofrecerles un mejor futuro
es por medio de la educación, creo que es la clave para romper ese círculo de
pobreza extrema.
La alimentación es la base de todo, no
pueden los niños aprender en la escuela cuando tienen el estómago pegado porque
llevan días sin comer. Sus cerebros no se desarrollan igual y están más
propensos a las enfermedades por los grados de desnutrición. Aunque los vemos
cachetoncitos eso no significa que están bien nutridos.
Se que no les podemos arreglar la vida
pero creo que sí les podemos echar la mano, encarrilarlos. Hay cosas que son
urgentes para mejorar un poco su calidad de vida.
Les mandé
un mail a mis amigos primero para agradecerles su ayuda y segundo para
platicarles la situación y necesidades de estas familias. No creo que las
casualidades, se que todo lo que nos pasa es por algo. Yo se que conocí a
Yolanda y Cecilia y ahora ustedes también están conociendo sus historias, por
algo.
Lo que necesitamos es:
2 estufas
2 minas o tanques de gas
2 refrigeradores
Vasos, platos, cubiertos, sartenes,
ollas.
Mesas
Sillas
Sillones
Trastero
Muebles para guardar ropa
4 camas individuales o colchonetas
Para las despensas:
Avena
Leche en tetra-pack
Sopa
Galletas
Puré de tomate
Sardina
Atún
Frijol
Arroz
Lentejas
Huevos
Chocolate en polvo (Cal-c-tose estaría
ideal porque es vitaminado)
Jabón en polvo para los trastes
Shampoo
Jabón para el cuerpo
Jabón para la ropa
Si nos quieres ayudar mándame un mail a libertadvelardeblog@gmail.com